jueves, 17 de enero de 2008

Carta abierta al juez D. Santiago Pedraz.

Esta carta, que yo personalmente entregué a su señoría en mano hace escasos meses, sigue absolutamente vigente a día de hoy.

En mi opinión conviene recordarla. Máxime a la vista de las declaraciones efectuadas ayer mismo por la inspectora de la Agencia Tributaria, Doña maria Teresa Yábar Sterling, -ella puso en marcha todo este desastre- y que deberían desembocar, "ipso facto", en el archivo de la causa.

La única alteración que he llevado a cabo en el texto original de la carta, es en lo referente al número de meses que llevamos encerrados en su campo, los 190.000 prisioneros.

Cuando la escribí llevábamos seis. Ya vamos por veinte.

¿Para cuando la libertad, Juez Pedraz?





Carta abierta a su Señoría el Juez D. Santiago Pedráz

Señoría:

Hace unos meses, su Señoría tuvo a bien recibir a unas personas afectadas por la intervención judicial de Afinsa, en el llamado “Caso Atrio”, aún pendiente de resolver. A instancias de las preguntas efectuadas por estas personas con respecto a la marcha del proceso de AFINSA, usted , Señoría, respondió que “está comprometido en acelerar los trámites para que en el “menor tiempo posible se llegue a la resolución del caso”. Permítame, Señor Juez, que, a título personal comparta con usted mi inquietud frente a esta respuesta, le traslade algunas de mis reflexiones y le plantee algunas preguntas:
¿Acelerar los trámites? ¿Qué entiende Usted, Señoría por "acelerar" los trámites? ¿Cual es su medida del tiempo? ¿Cual es su urgencia, para solucionar nuestro problema? ¿Sabe Usted cual es la nuestra? ¿Confluyen ambas?

Veamos Sr. Juez: Creo que, en realidad usted y nosotros, los afectados, estamos en diferente "longitud de onda". Su horizonte temporal, Señoría, es muy diferente al nuestro. Usted no ha vivido los veinte meses transcurridos desde la intervención como los hemos vivido nosotros. Se lo digo, señoría, con toda seguridad, y desde el respeto. Para nosotros, esos veinte meses han sido parte de nuestra vida, veinte meses de auténtico sufrimiento y desgaste que nadie nos va a devolver. La intensidad vivida en ese tiempo pasado, y la que viviremos en el que nos queda por delante, aporta una nueva dimensión humana a lo que, en terminología jurídica, simplemente se denomina “tramite”.

Aquí nos tiene: a 190.000 personas pendientes de una "dinámica de aceleración" en nuestro proceso, de que un día, de repente, se comprenda -por fin- que ya es el momento de imprimirle agilidad a nuestro tema. Y entre tanto esto sucede, permítame que comparta con Usted, algunas de las reflexiones del Dr. Victor Frankl con respecto a las experiencias vividas como prisionero en el campo de concentración de Auschwitz, de cara a lo que en un lugar como aquel, y para todos los prisioneros, significaba “la espera”:

(…)
"Al relatar o escribir sus experiencias, todos los que pasaron por la experiencia de un campo de concentración concuerdan en señalar que la influencia más deprimente de todas era que el recluso no supiera cuanto tiempo iba a durar su encarcelamiento. Nadie le dio nunca una fecha para la liberación (en nuestro campo ni siquiera tenía sentido hablar de ello). En realidad, la duración no solo era incierta, sino ilimitada. Un renombrado investigador psicológico manifestó en cierta ocasión que la vida en un campo de concentración podía denominarse "existencia provisional". Nosotros completaríamos la definición diciendo que es "una existencia provisional cuya duración se desconoce".

(...)

"Al entrar en el campo, las mentes de los prisioneros sufrían un cambio. Con el fin de la incertidumbre venía la incertidumbre del fin. Era imposible prever cuándo y cómo terminaría aquella existencia, caso de tener "fin". El vocablo latino "finis", tiene dos significados: final y meta a alcanzar. El hombre que no podía ver el fin de su "existencia provisional", tampoco podía aspirar a una meta última en la vida. Cesaba de vivir para el futuro en contraste con el hombre normal. Por consiguiente, cambiaba toda la estructura de su vida íntima. Aparecían otros signos de decadencia como los que conocemos de otros aspectos de la vida".

( Víktor Frankl – El hombre en busca de sentido)

Señor Juez: Señoría. ¿Cuantos afectados por la intervención judicial y policial no están ya entre nosotros porque entraron en un proceso de decadencia absoluta, al no ver "el fin y la meta" de la experiencia que les había tocado vivir? ¿Cuantos más prevé que pueden dejarnos, por la misma razón? ¿Cuando, Señoría, podremos saber cuanto tiempo durará nuestro "encarcelamiento"? ¿Hasta cuando y cuanto cree usted que podemos resistir? ¿Qué fecha aproximada prevé, según los plazos y el ritmo que marca la justicia, para que se ponga fin a "nuestra existencia provisional"?

Si no puede hoy, en el presente, responder a estas preguntas, podríamos llegar a cuestionarnos que usted esté en el convencimiento de que se va a poner fin a esta pesadilla en un futuro próximo. Y nos cuestionamos también que en realidad pueda "acelerarse" nada. Nosotros somos, por lo tanto, no solo "prisioneros" de la intervención, sino también de la administración de los tiempos y de los plazos judiciales. Es mi deber informarle, señoría, que muchos “prisioneros” están al límite de su resistencia, moral y física; que ya no pueden aguantar más tiempo.

Considere, por último, que mientras se nos retiene a la fuerza, viviendo en la provisionalidad de lo que está por venir, nuestras mentes acabarán sufriendo un cambio. Para algunos será el fin. Para otros, representará un desafío. Para muchos, lo peor está aún por llegar. Para una minoría, lo peor ya ha pasado. Pero tanto a unos como a otros se nos ha hecho "prisioneros" por la fuerza, y se nos está despojando del presente: Nos obligan a pensar en lo que fue nuestro pasado, sin dejarnos ver claramente cual va a ser nuestro futuro.
Señoría, si realmente le importamos, dé nuestro caso por resuelto. No acelere, resuelva y cierre. Solo así podremos, por fin, dejar esta "existencia provisional", que nos están forzando a vivir en un auténtico estado vegetativo.

Atentamente suya,
Maria de los Milagros Hernán Álvarez
Afectada por la intervención de Afinsa

http://www.noalaliquidaciondeafinsa.com/v2/contenido.php?sec=32

No hay comentarios: